Desde julio del 2009, en la Ciudad de México se ofrece un servicio gratuito de cambio de género a través de tratamientos hormonales, psicológicos y psiquiátricos. Además el 13 de marzo de 2004, las enmiendas al Código Civil de la Ciudad de México permitieron a las personas trans cambiar su identidad de género y el nombre registrado en sus certificados de nacimiento, para que puedan hacer la transición legal a su nuevo género.
María Fernanda, una mujer trans de 25 años de la Ciudad de México, que ha estado bajo un tratamiento hormonal gratuito en la Clínica La Condesa desde 2015, es un ejemplo de los resultados exitosos que pueden lograr las personas transgénero cuando los gobiernos ofrecen soluciones progresivas. El 31 de mayo del 2015, María Fernanda cambió su nombre de pila, "Mario Eduardo" por "María Fernanda", y modificó el género masculino por un género femenino en su nuevo certificado de nacimiento. En la actualidad, María Fernanda estudia una carrera profesional en informática y está creando su propia marca de moda, rompiendo los estereotipos comúnmente asociados con las personas transgénero.
La ley que ofrece un nuevo certificado de nacimiento legal y el tratamiento hormonal y psicológico gratuito se han convertido en el motor de un cambio social entre la comunidad trans en México. Gracias a esto, las personas transgénero tienen acceso a un sistema de salud, sufren menos discriminación y tienen mejores oportunidades de empleo. Todo esto le ha dado a la comunidad trans una mejor calidad de vida, no teniendo que trabajar en la industria del sexo o el entretenimiento como su única opción. Mientras Estados Unidos y otros países avanzan hacia políticas más discriminatorias contra las personas trans, la vida de María Fernanda en México desafía los conceptos erróneos de la falta de derechos humanos en los países "desarrollados".